A veces pienso que quieres, quieres matarme de amor, quieres que mi estómago caiga, en un placentero dolor. Que mis entrañas lleguen al paraíso de miedo y placer, que, sin previo aviso muera, ¡Qué habrá después! La muerte dulce del que se acerca y no puede más, encuéntrate con la razón, y a la derecha del Padre, tendrás lo que pedirás. Me quieres matar de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario