Poema libre
Libertad, pura y quieta, enamorada
Cabalga, vuela, nada corre
Lo que se te ocurra
Haz de tu amor el lecho
Al que la vida se agarra
Ak azar del hombre satisfecho
Vive la vida como un barco
Que navega entre corrientes que lo llevan.
No te dejes gobernar por los que saben
Pues no saben y te llevan
A ka senda de ilusión que sus placeres
En sus respectivos males crean
Encuéntrate con tu espíritu
Suéñalo, bébelo, haz de el el centro de tu vida
Y escribe conmigo el final de este poema.
En mis vuelos
En mis vuelos por los valles de Madrid
Encontré plenos soles de cordura
Y aviones y helicópteros de sueños
Y arbustos y terruños de miseria
Por las calles fui volando y mi camino
Se torció como un relámpago violento
Mi desgracia fue a parar a la camilla
De los mares de esperanzas
Y de alcoholes.
Preso
En mi jaula lloro y lloro sin remedio
Enclaustrado entre cal y hierro herido
Contando los años que quedan
Para que mi sombra despegue
Y hacia el limbo vuele
El pasaje terrorífico del libro
Más lejano ya he abierto
Y ahora mi vida anhela una salida
Hacia la calle del edificio
Donde queda guardada mi agonía
Entre paredes de cal y cemento
Y trabajo y humo negro
La angustia
La angustia, cálida sensación que
Baja por la espalda
Es la división
Del alma en caminos
Tan indescifrables como ciertos
Es la hoja que, temblorosa,
Lucha contra el agudo vendaval
Y que no encuentra más consuelo
Que los días de verano
Dias de verano en los que
Ni el jardinero
Ni el viento
Ni la vida
Pasan
Solo su sólido, quieto e impávido reflejo
Frente a el como un padre que le abraza.
Solo el cálido recogimiento de la aurora
Bloquea este monstruo, a este gigante
Que ataca con sus ejércitos a caballo
Las murallas de este hombre indefenso
Y después de traspasarlas sus escudos
Recoge, se lleva, y se olvida del paisaje
Sin anunciar su retirada
¿Quién sabe si es esta una cadena perenne
O si el árbol renueva y florece a diario
Sin ninguna lesión?
Amaneceres
Amaneceres serenos y tranquilos
Sin ley, eficacia o corazón
Si en el alma habitan memorias de mundos
Mejores que no hemos vivido
Quien sabe si en el fondo del olvido
Como en aquel versito manriqueño
Cualquiera tiempo pasado fue mejor
Quien sabe si en el fondo solo vemos
Lo que nuestra psique embriagadora nos regala
O si no padecemos más que mala
Vista desrealizada por miopía
La línea
La vida es la línea contínua
Hacia la perfección del hombre que
Se busca a si mismo para saciarse
Y reinventarse
Es náusea, hierro y látigo
Pero también fortaleza y valor
Resplandeciente
Que en cólera levantan contra ella
Es sueño y es quimera
Es el contínuo levantar del obrero
Contra el patrón que ni su negrura sueña.
Es el yugo eterno del esclavo
Pero también la llave ¡Qué llave!
El hercúleo brazo destructor
Que sus cadenas destroza
Es un fluir, es cálculo pero también
Gaviota que con el agua del mar
Construye un dique que la proteja
De por vida.
Vida, sueño, amor
Por uno mismo y por los demás
El uno desde el otro
Y el otro desde el uno
Nunca Dionisos sembrará los campos
De vino y mujeres sin que Apolo corra
Hacia él protegiendo sus creaciones.
De los dioses aprendimos que no es preciso
Venerarlos, siquiera amarlos
Si no nos dan la vida que nos merecemos
De los humanos aprendimos que aquí
Si que podemos amar la tierra, y el hierro y el amor.
De nosotros aprendimos nada y todo
Si es verdad que la mente
es quimica pura
el hombre sabe ya
que el amor a los dioses
a la tierra, a los humanos, a las náyades
y a las ninfas de los bosques
Debe salir ¿De quién?
De nadie, de si mismo.
De lo que hace la rana. Discusión sofística
La rana, rana, rana
Salta, salta, salta
Fluye, fluye, fluye
Salpica, y salpica y salpica
Sus partes prepara y se cuida para
Un nuevo salto cada vez
La rana su vida extingue
En el nítido y cálido propósito
De acompañar al pez
Las ranas ahora no cazan moscas
Sino peces
¡Te lo he dicho muchas veces!
Los ríos rebotan, pero no reciclan
Reciclan los humanos
Haciendo lo que pueden con sus manos.
¡Qué manía con sacar las cosas
De su sitio!
Las ranas comen lo que es ley comer
Si la ley cambia, las ranas comerán
Verde, y amarillo y alto pienso.
Pero aquí he una disquisición, Gerard
¿Dónde está la verdad?
La verdad es que no sabemos la verdad
Sino que todo fluye
Como las ancas poderosas de la rana
Y que la rana está condenada
A que hablemos de ella
Me miras
Te subes a mi espalda y a mi
Cerebro llegas
Y miras y buscas
Y cuentas hasta tres y te introduces
Y allí posees cuanto quieres
Y me miras, me sonries
Y controlas mis manos
Que te escriben
Esta carta.
Vivías en mi sin conocerme
Y yo ya te sentía no presente
Coronabas y orlabas mis días
Junto a mi, te sentabas y decías
Algún día seré tuyo
¡No lo dudes¡
Te me escondías, te me escondías, te me escondías
Ahora sé que es tenerte con tenerte
Ahora sé porqué el ciprés se desmelena
Ahora todo lo daría por llevarte
¿A dónde?
A donde no existan paredes
Ni fronteras
Ni estaciones ni besos porque no
A donde la eternidad
En mi morir espera
Donde resista el toro bravucón
Donde la fiera se resista a todo aquello
Donde el hombre-lobo
El aire besa
Al aroma de la luna engalanada.
El ciprés
Detrás de los arbustos de la vida
Crecía y crecía un ciprés
Y retoñaba, y salía y saludaba
Con sus tímidas hojas
Al triste cielo
Detrás de los rastrojos de la muerte
Crecía y crecía un ciprés
Y al cielo saludaba, y salía y retoñaba
Con sus tímidas hojas al alegre mar
Sufrío vendavales, chaparrones, tempestades
Pero aún venían también
Caricias del viento
Con las que
Se estremecía y gemía
Nuestro árbol jugaba a crecer
En cada recodo de vida
A cada espacio que las sombras
De los aviones dejaban
Y soñaba con ser
Humilde y feliz a la par
¡Algún día lo conseguirá!
La libertad que no poseen las calles
La noche ha coronado de ojeras
A todos sus impasibles súbditos
Por las aceras se escuchan los gritos
De los árboles sin reposo
Y sus negras ramas
Y sus negras hojas
Y su negro tronco
Esperando un futuro en el que
Nada ansíen sus poros miserables
Anhelantes de sueños y de podas
Un tiempo en el que no hagan
Falta manos verdes
Ni cortezas desolladas
De agua o alimento
Sueñan sus pájaros cantores
En cantar a la libertad
Que no poseen en las calles.
Los veranos se hacen duros y sombríos
Sin una verde y larga primavera
¿Qué fue de la ausencia de contrastes?
Del cálido cierzo empañando
las flores solitarias
¿Qué fue de las hojas calmadas y sujetas
Mirando al frente como pálidos tancreados
Y de las caricias de las niñas
Que las quieren entre sus dedos.
El árbol pensativo
Se estremece
No ante el viento, ni ante el trueno
Ni ante el agua.
Sino ante el reposo
De las aves de su nido.
La humanidad y sus cimientos.
Las tímidas piedras
De las calles de mi barrio
Esconden escenas
Contadas y por contar
Que las marcan, agrietan, agitan y curan
Detrás de las casas se firman contratos
Y se viven vidas
Y se beben alcoholes
Detrás de los muros miles de historias
Se nos escapan
¿Más por suerte o por desgracia?
Más por lo primero
Que por lo segundo
Pues el pájaro harto de peces
Se satura, llena y enferma
El hombre se vuelve egoísta
Cuando la verdad toma por condena
La mayor pena de las aves que vuelan
Es soñar
Con dar la vuelta al mundo
Y contemplar
La humanidad y sus cimientos.
Abanico mi cuerpo con trozos de vida
Aquella vida que perdí
Y que ahora recuerdo que era mía
Abanico mi cuerpo con restos de viento
Licor que ofrece a mi estampa sentada
El calor de la noche solitaria
Abanico mi cuerpo con hilos de seda
Dudas que me recogen en la cama sentado
Placeres que, de noche, me aguardan pensando.
El toro
Toro de cuernos abiertos
Te recibo con capote y espada
Dispuesto a ofrecer tu cuerpo a la luna
Toro galán y silente
Te recibo con mi sombrerillo
Mi traje y mis banderillas
Toro cobarde y traidor
Recibe ya mi violencia
Haz ya de mi un matador
Toro de cuernos abiertos
Descansando
Chocan las olas frente al mar
Como hacia mi carmín mis sentimientos
Soy azúl, añil, a momentos
Pero tengo el corazón enamorado
Me gustan los días de templanza
De cálida lluvia mojando mis sienes
No salgo a la calle y preguntome quienes
Serán los que salgan a vivir por mi
Estoy escribiendo versos en mi casa
Me gustan las rimas color azafrán
Estoy descansando pero somnoliento
Sin ácidos fríos ni ganas de llorar
Me gustan los días sutiles.
Un pedazo de vida
Escribo desde mi lecho de muerte
Tumbado, abúlico y deprimido
Como nunca
Escribo desde mi cárcel mundial
Con mi gran y pesada carga
Al hombro
Intentando robar un pedazo de vida
A una sociedad que me lo niega
Porqué el género humano
Destruye cuanto no entiende
Porqué se me asesina
Solo por no estar presente
Las sombras de las rocas
Marchan bajo el gran astro
Y los buitres carroñeros
Se pelean por su rastro
Tánatos
He visto mi rostro sobre el espejo
Me ha dicho que ya no hable
Que ya no viva, que ya no escriba
Sobre amores lejanos
Sobre estrellas que no existen
He visto mi rostro en el espejo
Me ha dicho que ya no sueñe
Que ya no recoja las cenizas
De mi alma
Y que no resucite
He visto al Tánatos freudiano
Venciéndome en un pulso
Delante del espejo
Ayudadme, por favor,
Matad al muerto, enterradlo.
Tenerlo todo claro
Que mejor que la relajación
Del espíritu
Para resucitar al lince que cojea
Entre las rocas
Que mejor que detenerse en el río
Descansar, pensar un rato
En el agua
Que mejor que un paseo por las calles
Del amor cálido y puro a los narcisos
Que mejor que pensar en uno mismo
Que mejor que tenerlo todo claro
Sentimiento
Que hay de cuando el pescador
Pesca un pez entre la hiel
Y en el invierno más frío
Que decir cuando el matador
Encuentra en su fría piel
Motivos para vivir
Que galante soñador
Surcará el cielo infinito
En busca de algún tesoro.
Así me siento yo.
Siente el alma
Siente el alma a momentos
Que el corazón se le escapa
Y que la saliva que derrama
Vuelve a su cuerpo
En forma de veneno
Siente el mensajero
Que se encierrra
En una espiral
A tres metros del suelo
Que las ansias de mejora
Se desvanecen a momentos
Que los nuevos sentimientos
Llevan su mente
a la zozobra
El cazador de estrellas
El cazador de estrellas
Tendido en su cama
Sueña y sueña con ellas
Pero siempre se le escapan
Cuando, a veces, por orgullo
Por vanidad, no quiere
Acercarse a ellas
Se le escapan sin remedio
El amor es solo un sueño
Luces de estrellas lejanas
Luces de estrellas lejanas
Acarician mi corazón
Y me besan y me encantan
Con sus halos resplandecientes
Sonidos de otros planetas
Conmueven mi corazón
Me enamoran en las tardes
Y me llueven con pasión
Noches de otros países
Me llevan con sus palabras
Y sus nanas orientales
Me causan ensoñación
Luces de estrellas lejanas.
Acarician mi corazón.
Spleen bendito
Cultivo mi soledad
Veo pasar los pájaros
Que vuelan sin rumbo
Sin destino y sin ayuda
Por los sombríos callejones
De la vida
Cultivo mi silencio
Veo crecer los árboles
De la huerta
Azotados por el tiempo
Cultivo mi corazón
Veo pasar los latidos
Los silencios, los momentos
De esta vida de inacción
Añoranzas
Añoro mis paseos por el bosque
En busca del refugio acogedor
Que me brindan las especies vegetales
Añoro mis paseos por el bosque
Los añoro
Añoro a mi inspiración
Pasear entre las matas
Buscando los anchos mundos
De los verdes laberintos
Añoro a aquellas náyades
Que en silencio me besaban
Y que en íntimos abrazos
En mi pecho se marcaban.
Los añoro.
Categoría
Un árbol cobró vida
Ante mis ojos
Y me miró e invadió
De un resplandor cegatorio
Los rastrojos
Y los recogió y ordenó
En filas exquisitas
Todos mis pensamientos y duelos
De la tierra surgió
Cual estátua que cobra vida
El árbol de la categoría
El esfuerzo
Que decir cuando todo el esfuerzo
Del hombre que carga con la gran piedra
Cae rodando abajo arrastrado
Por laderas de hielo
Y cuando el hombre resbalado
Quiere seguir a su carga
Y se pierde en mil preguntas
Y lamentos
Los que aún creen en el trabajo
Y en la mañana de labranza
Honra merecen
Pues aunque no sea la bonanza
Efectiva
Habrá al menos un hombre
Que les crea
¡Llegó a la cima!
Oda a un adolescente soñador
Árboles rojizos que ya no crecen
Infancia abocada al trágico destino
Tenía 19 años y a la muerte se avino
Al menos un refugio su cuerpo merece
Lo vimos paseante por la luna de Urano
Contándonos ficciones que nunca dudamos
Lo vimos solitario y sin días felices
Como Robinson sin luz, ni siquiera un hermano
¿Cómo pudo pasar? Nos preguntamos
Como pudo acabar su lucha contra el sino
Como aquella dama de faz asesina
Pudo llevarlo para siempre del mundo
Trágicos duelos
En los trágicos duelos nocturnos
Del yo triste, vacío y derrotado
Y en los malos y trágicos sueños
De las lágrimas que arrancan el pasado
Duermo yo, sin ti
Muero yo, sin tu amor
Sin tu cálida boca y tus besos
Que mi buena sonrisa te implora
Derrotados añoran mis huesos
Tu traición, mi esperanza y mis horas.
Luna roja
A las plantas amarillas de los ríos
Debemos ir todos a regar
Y si no le sacamos todo el brío
No os desesperéis, otro año será
Otro año vendrá
Y levantarán en ellas matorrales
Y erguirán en ella sus hermosos tallos
Y nos traerán la luna en sus mil gritos
Y dejarán el gran astro sobre Rusia
Para que los hijos de la hiel
Que sueñan con jardines aun marchitos
Construyan un gran bosque y desde el
Contagien a las tierras su esplendor.
Polis
Amanecer rojizo y urbanita
Angustia por crear en la ciudad
Sin plantas, sin carbones, sin rositas
Que dejen su belleza retratar
Soy hijo de la esclava Afrodita
Posee mi madre Venus mi intuición
Encierra mi veneno Agripina
Y mi psique construyó el gran Platón.
Camino hacia la senda de la luz
Soy amante de la i grecolatina
Me juego la sonrisa, hasta la vida
Por verte en el Parnaso junto a mi
Verte sonreir
Mi alma vaga en busca de un refugio
De un momento en la noche junto a ti
Mi alma vaga en busca de un buen árbol
Bajo el que juguemos hasta el fin
Mi mente vive en mundos imposibles
Y lo hace para verte hasta el final
Mi pecho es un nido de amplias ramas
Que tu gran corazón protegerá
Mi cuerpo es una sombra de Neptuno
Anhelante de, en tus aguas, dormitar
Mi viaje la odisea de tus sueños
Mi verdad, la de verte sonreir.
Por los bosques
Hoy he soñado con ella
Me llevaba de la mano por los bosques
Comíamos juntos ricas frutas
Del amor placentero apaciguado
Tras años de ramajes en la espalda
Y de espinas en los setos de la vida
Hoy un nuevo florecer
Ha acontecido
En los cálidos descensos de la noche
Y ahora no sé lo que hacer, yo, sosegado
No se si adentrarme en sus salidas
O seguir contemplándola sin tregua.
El barranco
La pena en el barranco me dejó
Al borde de la más agria caída
La pena me llenó el traje de heridas
La pena me cubrió de desazón
El monte era un alud del que brotaban
Insectos que venían a posar
Sus patas enhieladas y amarillas
En mis dedos
Receptores de metal
Diecinueve años en vano
La tensión de la imagen que proyecta
Al exterior toda su tensa carga
La mirada del paisaje tan amarga
Posa en mi toda su lengua abyecta
Vagando por los mundos del león
No hay más consuelo que la hierba que pisamos
Y llorando hasta a la muerte acostumbramos
A alejarse de nosotros al calor
Testamento del hombre que ha vivido
Sin merecer más consuelo que su llanto
Testamento del hombre solitario
Que ha luchado diecinueve años en vano
Sonrisas
Pinto mis atardeceres con sonrisas
Hago de mi vida un manantial
Corro y sueño, creo y escribo
Corre por mis venas sangre mineral
Amo las pequeñas cosas
Los seres de la creación
Amo con el corazón
Y también con la lógica
Escribo, sereno, mis atardeceres
Y sin molestar a nadie
Manejo mi vida.
Redes
Este atardecer
Resbala por tus mejillas dibujando
Pálidas sonrisas de amor
Es tu rostro selenita, puro y claro
Eres para mi más que un amor
Y lo sabes muy bien, ay, mi niña
Eres de los campos la flor
Ay, sin duda, la más florida
Me has hecho de nuevo caer
En las redes de los ensimismados
Me has hecho de nuevo cantar
Al amor, al árbol y a sus ramas.
Amor a secas
Pirámide gigante sin final
Laberinto indescifrable y miserable
Impávido tesoro de azahar
Brizna del viento que,
Entre sueños, se me escapa
Así eres tú
Amor a secas
Mi corazón
El guijarro en el agua
Provoca ondas
Que se pierden
Mi corazón enlutado
Provoca suspiros
Que se quedan
¿Cuándo serás guijarro, corazón,
Cuando en movimiento de mareas, luna,
Colmarás las aguas
Que te amargan la penumbra?
El vapor
Todo el vapor
Que inunda los espejos
De mi habitación
Y mi mente narcotiza
Y mi cielo cubre
Como un manto
No es más que sutil cardo
Para mi fuerte de hierro
Cuando pienso en la ninfa
Que provoca su hálito
En sueños
Fulgor resplandeciente e irisado
Que baja por tus cabellos
Y que bebo, empeñado en paladearlo
La fuente de mis delirios
La casa de mis embrujos
Eso eres tú
Evasión, onirismo, y emociones
Un manto que me envuelve
Y que me canta al oído
Canciones bellas y sones líricos.
Cantarte al oído
Frenesí, creativo, despreocupado
Ahora mi único objetivo
Es cantarte
Y mi canción trasciende todo
Valles, montañas
Tumultos, normas
Noches sin dormir
Días sin soñar
Me cautivaron tus ojos
Y ahora te dedico los míos
En un esfuerzo por salir
De mi cuerpo
Trasladándome al tuyo
Donde habitan mis días.
Cementerio de ideas
Cementerio de ideas
Huracanes de sesos
Información perdida
Cadavéricos huesos
Detrás de la mente
Se oculta la nada
No hay mundos felices
Detrás de la psique
Los hijos del viento
Saludan al creador
De la nada y de todo
Lo que hay alrededor
Encontrarte
Mi nombre es junto al tuyo
Agua que mi cuello bebe
Aire que mi cabeza respira
Sed, que mi boca quebranta
Mi religión, mi culto,
Es encontrarte y hacerte un altar
Calmar esta sed y esta oración
Con frutos que construyan
Tu palacio
Princesa y diosa de mis sueños
Cabalga hacia mi casa
Te compraré hasta el caballo
Que te traiga por los valles.
Estés, donde estés, hermosa
Junto a mi duermes y moras
Solo tu presencia pido
Solo este niño te implora
Solo por ti ando caído
Mi vida entera dedicaré
A encontrar unos ojos
Que miren hacia los míos
Para siempre
Porque no quiero a otra
Para que mis campos siembren
Recibe, sincera, esta carta
Porque es solo para ti.
Princesa.
Dos señores
En el cruce de caminos
Dos señoritos se encuentran
El uno viste de oro
Finos hilos de madeja
El otro viste de pobre
Con una camisa añeja
Los dos cantan soledades
A los dos el aire afecta
Uno es docto en los saberes
otro solo en amor piensa.
Como se pasa la vida
Yo, cálido joven, ignoro
Los efectos del tiempo que pasa
Y el significado
De la muerte
Lo ignoro
Yo, cálido joven, ignoro
El cómo se pasa la vida
Yo, cálido ignorante, rejuvenezco
Al pensar que vivo
La mejor
Etapa de mi vida.
Esta noche
El aire acaricia mi cara
Pasa volando junto a mi ventana
La música también me acurruca
Aire y música
Ahora son los versos de Neruda
Y, cantando, son tres los placeres
Aure, música y versos
Que no acabe nunca esta noche
Que yo aquí estoy refugiado
Aire, música y versos
¡Que no acabe nunca esta noche!
Poema de confianza
Hoy nada saldrá mal
Y espero que mi suerte
No se tuerza cual regaliz
Mascado por el niño
Del azar y del destino
Hoy creo en mis atardeceres
Vividos en mi pleno ser
Hoy creo en los placeres
Hoy creo en mi.
Te los regalo
Albergo la esperanza
De que un día
Sean mis poemas
Leídos por ti
Te los regalo
No los quiero
En tu pecho
Guardalos
Color
Doy tintes de color
A mi realidad
Pequeños sueños
Que me vienen
A la mente
Grandes luces
Con las que pintar
Mi vida
Leo, sueño, disfruto, escribo
Cojo el bolígrafo
Y lo desplazo por el papel
Me divierto como un niño
Entre las hojas
Doy golpecillos de amor
Con mi cincel.
Espacio
Mi vida es un espacio
En blanco y negro
Que con tintes dorados
Amanece, a veces en imágenes
A veces con sueños y con retos
A veces con su propia savia
En el papel
Por las aceras
Luchando contra mi propio espíritu
Me encuentro aquí, solitario perdedor,
Voy buscando un poco de amor
De una dama que me lo niega
Arrastrándome por las aceras
Con olor a sudor y a vómito
Mi vida no es más que madera
Que trata de sujetar
Mi cuerpo amoratonado
De golpeado y muerto
Me arrastro por las aceras.
Las alturas
Vuelvo a ver el amanecer
Vuelvo a encontrarme con el sol
Y quien soy yo, encarcelado,
Para negarle mi amor
De esquina en esquina
Voy, buscándote con fervor
Y ahora es él
Quien me mira
Desde su altura
Con sombras de ficción
Oh, sol, yo te imploro
Si existes saludamé.
Rimas
Que mejor que la rima pura
Que el verso sin cortes ni adornos
Que mejor que este gris entorno
Para darle vida sin ambages
Quiero cantar a la noche triste
Al amanecer del corazón enamorado
Quiero hablar de amores perdidos
Desesperanzas, cadenas, y candados
Quiero hablar de mis días helados
En verano y a cuarenta grados.
Mi aliento
Hablemos de la vida
De este valle de lágrimas
Que ni opción nos da
A salir corriendo
Hablemos de los lobos que aúllan
A su hambre y a su frío
En la cruda estepa
Que mejor que hablar contigo
De lo que siento y vivo
Que mejor que si no me cura
Al menos podré darte mi aliento.
No pido nada
De la nada vivo
A la nada voy
Como el frío
A la ventana por las noches
Con sombrero de espinas
Recostado en las entrañas
de mi casa
No pido auxilio
No pido nada
No pido ya felicidad
Ni perlas con las que adornarme
No pido sol
No pido mar.
No quiero nada
No quiero flores para deleitarme
No quiero lucha
No quiero en vano
Tirar mis ofrendas
Al mundo
Por la borda
No quiero nada
Más que tranquilidad
No pido nada
Al ser humano.
Mi mente
Insomnes estallidos de verdades
Veladas al son de las ideas
Que mejor que la música y poemas
Para las noches
Que llevan a las tardes
Mi pluma avanza
Más rápida
Que mi cerebro
Como un caballo
Más
Mi mente
De noche es como un árbol
Lleno de cadencias sonoras.
Mi sombrero
Calores rozando mis sienes
Me sofocan pero acompañan
A quién cantaré yo, inútil rapsoda,
Sin un oído que escuche mis cantos
A sordas
Entono mi voz y me vuelvo
Con mi poema y mi sombrero
El loco
El loco que le canta a la luna
En la noche solitaria
El loco que canta las arias
A las noches más tristes
El loco que nada entiende
Vuelve su pluma
Contra el mundo que no le comprende
El loco escribe. La noche pasea.
Esperanza a momentos
De entre los días de tinieblas
Emerge esperanza a momentos
Como dije de esta forma: añil soy
Pero el corazón helo contento
Me gustan las noches de luna
Y de brava inspiración
Me gusta sentir los latidos
Y los pasos del amor.
Dada por perdida la vida
Dada por perdida la vida
Aquí me encuentro
Y aún vivo estoy
Quemándome por dentro
Y herido
Aquí me encuentro
Y vivo estoy
Soñando con amores y paz
Aquí me encuentro
Y vivo estoy
No será pues tan honda la pena
Pozo hondo, pero conocido.
Ninfas
Mis lágrimas son resquicios
Llorados por mis amores
Ninfas de los bosques
Mujeres de la ciudad
Para las cuales
Extraño me dirijo
Y aun no pidiendo nada
Tengo solo sus consuelos.
Sentada en mis brazos
Vi mi espíritu arrastrándose
Y vi mi vida desapareciendo
Vi mi cuerpo deshacerse
Entre paredes de humo negro
Me vi anclado
En los muelles
Más profundos
Del océano
Y navegar, marinero,
Hacia la parca
Tumbada y floreciente
Te vi sentada en mis brazos.
De las ninfas
Mi mundo partido en dos
Corazón enamorado
Hombre más que magullado
Por las estrías de la vida
Los placeres nunca aguardan
Pero desdeñarlos quiero
No quiero verme otra vez
Atrapado en las redes
De las ninfas.
Se escapa la vida
Mi vida cansada
Mi ser anhelante
Mi angustia escapada
Mi sed acuciante
Mis manos vacías
Sin mar y sin nadie
Se escapa la vida
También mis amores.
De cuando las rocas se estremecen
De cuando las rocas
Se estremecen y destruyen
Ante el son impávido
de tus pasos
De cuando la tierra
Brota agigantada
Por el son incólume
De tus gritos
De cuando los hombres callan
Ante el son
Bravío
De tu pluma
Caballo
Como el caballo que escapa
Del establo en el que yace
Libre soy, sin ti
Fuerte soy, sin tus besos
En frente de la calavera
Levantan nuevos huesos
Arden nuevas pieles
Fluyen nuevas aguas
Y mi cuerpo resplandece
Y, prepotente,
Avanza hasta el fin.
Libertad
Que es mejor
Que sentir
Que no tienes cadenas
Ni llave para ponértelas
Que mejor que sentirte en la vida
Que mejor que dejar que el viento
Desplace a la noche cansada
El alma rota
El corazón enlutado
La noche tumultuosa
La refluir dorado
De la fuente
De la frivolidad
Acompáñame ahora
Que mis versos
Se han hecho
Ocasionales aglutinadores
De despecho
Acompáñame ahora
Y ven conmigo
Dale a mi corazón
Un amigo
Acompáñame ahora
Accesos de tristeza
Focos de sombras
Ecos de la gran montaña
Del vacío
Accesos de tristeza
Focos en vano
Ecos de la gran sirena
De la nada
Sentir que todo se ilumina
Que el camino toca ya a su fin
Sentir que los desastres de la vida
¡
Son llevados a dormir junto a la ruina
Sentir que todo lo que llevas dentro
Se envuelve en un manto de rocío
Y cae, cual hoja desatada,
Del gran árbol de tu alma.
Soy fragil
Como una gota de agua
Pero fuerte
Como una molécula
Soy volátil
Como una estrella fugaz
Pero seguro
Como el viento que pasa
Por nuestras calles
¿Que seré
No siendo nada?
Una contradicción quizás
Ni juego ni azar
Monótono ruido
Del tren al pasar
Monótona vida
Monótona verdad
No hay mas que hacer
En esta ciudad
No hay mundos felices
Ni juego ni azar
Fatum
Melancolía
Llanto que rueda por mi cara
Y se extiende por mis hombros
Calidez
Falta de alegría
Que congela el espíritu
Muerde y hiere
¿Pedirte algo puedo
En este fatídico mundo?
¿O quedarme en el recuerdo
Es lo único
Que mi vida puede hacer?
Nadie
Llora todo lo que quieras
No habrá nadie
Que venga a consolarte
Grita, chilla,
Retuércete de dolor.
Nadie te ofrecerá su cariño
Ni te hablará de amor.
Melancolía
Mi rostro
Decaído yace en la cama
(No se quiere levantar)
El suelo
dibuja
Temas de dolor
El cielo
Cadenas
De metal
¿Cuándo podré ser libre?
Melancolía
Un…dos…tres…esfúmate
Según escribo
En soledad
Mirar las nubes
En el cielo
Y ver como
Cierra el día
Su eterno canto
(las aves pasan
Los pájaros gorgean)
Y el paisaje se vuelve
Mas gris y mas gris
Según escribo estos versos
Y tan viejos nos hacemos
La campana
Suena y suena
Son las ocho
De la tarde
La media tarde se cierra.
Caray, que viene la noche.
Pesadilla
En mi casa
El reloj suena
Mi vida
Se enciende y se apaga
A momentos
Sueña, busca, recuerda
Mis sueños
Son como halcones que
Me avistan, me atrapan
Y me impregnan
De sus oscuros picos
Me estoy durmiendo
Solo un sueño
Soñar
Es la actividad
Que mas me gusta
Contemplar como la vida
Puede ser
Del color que tu quieras
Bajo ciertas reglas
Como los páramos
Pueden florecer
Y la leña
Puede arder
Sólo si tu lo quieres.
Esto es sólo un sueño.
Cúrame
Es mi recuerdo
El que veo aparecer
Frente a mi cuerpo
Desnudo, malherido
¡Qué te han hecho!
Te recojo, te llevo
Y te curo.
Vuelve, no te quiero olvidar
Vuelve, y cúrame
A mi también.
Ayuda
Intento escaparme de él
No me deja
El amor pasa
Ante mi soledad
Que se contiene quieta
No digo nada
Pero vivir casi
Es como dejar encerrada
A mi alma
¡Que venga alguien a ayudarme!
Ay, agua, aire, noche
El agua corre mansa
Por mis venas
El aire sopla quieto
Mis sienes
La noche cae rendida
Cuando vienes
Las sombras caen
Ocultas con mi pena
Poeta!
Poeta, sal del inframundo
De tu capa marchita
De silencio
Poeta. Habla. Sonríe. Escribe. Crea.
Poeta. Sé la sal de la marea
Corazón
Corazón, deja ya tus grietas
Enterradas y muertas
En tu camino
Corazón, calma ya tus ánimos
Recógete en el cálido pecho
De la aurora
Corazón, guarda ya el pesar.
Corazón, vuela hasta la luna.
Poema anónimo
Sarcástica sonrisa
Que embelesas
A la joven alma
Cosmótica
Anónima verdad
Que te defiendes
Con trozos de luz
Trazos de sombra
Eres tú, libre, original
Que me inspira
Y me libera
Obras
Mas allá de los vientos
Y los mares
Mas alla de la maldición
De los abrazos
Mas alla esta la luz
Mas aca está la sombra
Imposible salir de la penumbra
Imposible dar cuenta
De tus obras
Ni sombra
Tu acento
Mi vida
Tu sonrisa
Mi adicción
Tus labios
Mi pasión
Ay, acento, labios, sonrisa
Ay, que muero y muero
Por tu brisa
Sentimientos
Mi alma es decisión
Camino, libertades, represiones
Mi corazón
Un valle de lágrimas airado
Mis sentimientos
Vuelan sobre el papel
No son mas que los tuyos
¡Mirate al espejo!
Adivina adivinanza
Dos rosas
Dos jazmines que corté
En la madrugada
La primera
Era bella, agradable
Y risueña
La segunda
Era mas triste
Aunque algo tenía
La primera eras tú
La segunda. Adivina adivinanza.
Onirica
Hoy he vuelto
A soñar contigo
Me embrujabas, me hipnotizabas
Me encantabas
Como siempre
Hoy los mares
De mis sueños
Entraban en tu isla
Hoy volví a creer en dios.
Se siente
Tu sonrisa
A media tarde
Es mi delirio
No, no, no
No hay nada
Que ensombrezca
Mi corazón
Ahora que ya te ha encontrado
El amor a primera vista no se cree
Se siente.
Los muertos
Los muertos
Son mi pasión
Acumulo cadáveres de polvo
Ligados a mis estanterías
Quevedos, machados…
¿Quién los quiere ahora?
¿Y a quien le importa?
Pintor
Platas sublimes y magníficas
Y una dama orlada de ellas
Y una cama, y dos chicas bellas
Así serán mis cuadros
Cuando me dedique
A pintarrajear poemas.
Así fue.
Vientos del norte
En mi cara
Azuzando
Pesos
Que encadenados a mi
Caen al suelo
Tiranía sensorial
Que se deshace
En un momento.
Así fue.
Destino
¿Qué he hecho, señor?
¿Qué he hecho?
He perdido ¿mi rumbo?
¿Mi razón de ser?
¿Mi crepúsculo?
Que hacer si ya
Ni poesía me queda
Mientras algo de letras
Sepa
Esto nunca acabará
Es la titánica lucha
Del hombre contra su destino
Enjaulados
Un río
Una vertiente
Un océano
Un cúmulo de estrellas
Enjauladas
Que destrozan sus barrotes
Para decirte
Aquí estoy y por vos muero
Aquí estoy, te quiero.
Acumulando vientos
Acumulando vientos,
metáforas, sentimientos
me deshago en lágrimas,
carcajadas
juramentos
Soy un chico sólido
Práctico
Anímico
Mis poemas son reales
Dimensionales
Antimetódicos.
Viejos libros
Me fascinan los viejos pasajes
De libros usados
En los que el autor diserta
¡Cuánta complicación en una sola frase!
¡Cuántos sentimientos vienen detrás!
La madrugada
Veo morir la madrugada
Y aquel hombre que no llega
En tu corazón
Veo morir a las estrellas
Y aquel candor que no pasa
Tu corazón
Ve morir a los claveles
Y aquellos brazos
Que no te tocan
Tu corazón
Espejo
Psicótico paisaje de ninfas
Mi amor en vena
Solo veo tu cara
Frente a un espejo
Que no llega
Me beso, me toco, me acaricio
Resuenan campanas y centellas
Tú eres lo único del mundo
Tu eres, lo mejor de todas ellas
Yo
Mi cuerpo
Inquieto mar, soleado día
Penumbra, catástrofe, y umbría
Mis piernas
Inquietud, desasosiego, desesperación
Yo no doy mas de lo que
Soy. Mi ánima camina
Deprisa, pero sin dirección.
Teleológicamente estoy perdido
Inequívocamente, equivocado.
Mi madre
Por mi madre
Por lo mucho que la debo
Por lo mucho que no hice
Por lo mucho que no me atrevo
A decirle
Eres tu, el amor de mi vida
No hay nadie
Que mejor posea
El corazón de este poeta
A los dieciocho años decidí tomar el arte de escribir como una nueva pasión, o acaso un terreno inexplorado, de lo que hace escribir al escritor ya se encargaron Freud, Fromm y demás teóricos. Yo sólo dejaré que juzgues la obra del grafómano que te presenta estos poemas.
Mis almas
Lóbrego paisaje
Desordenada confusión
Angustia que grita
Y de lado, abandona
Puentes medievales
Que por la esquina
Asoman
Sonatas románticas
Que abren la calma
Así soy yo
Y así son
Mis almas
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