Luz entre candiles muertos

Mi candil se apaga
mi vela, antes con esperanza
va muriendo, es el spleen
de mi vida, encerrada en la tarde
tarde sin sed, sin agobio, sin hartura
que no acaba nunca
verso secreto, ave del que anhela
cuándo te llenarás de vida
y harto, te descargarás, y darás paso
a otra tarde de depresión inmunda
Cuándo podré tenerte, verso
Tarde entre tarde
Luz entre candiles muertos

Pido palabra

Pido palabra, la razón me sobra
fui apartado de la Hidalguía
desclasado y atropellado
condenado a mendigar
las sobras de la opinión del mediodía

Pido palabra, la razón me sobra

Mi opinión es lentejas de bruto
madera de pino, adarga antigua
nadie atestigua, a un corazón de vino

Pido palabra, la razón me sobra

Nadie me avala, nadie me escucha
entre miserias y padrinos, descansa
mi voz, muerta y ronca, condenada
al Opio de los que no tienen palabra

Pido palabra, la razón me sobra.

Valiente. La canción que ilustra a todo Internet.

El gran teatro del mundo, la gran careta del ánima hispánico que teñía nuestra cultura en particular, y la humanidad en general, encontró un nuevo espacio en Internet. El espacio de la hipocresía, la vanidad y exhibicionismo les deja un año nuevo de mentiras. Ahora pueden preguntarse por qué Pepita sube la cena de nochebuena, la única que le quedó bien en todo el año, por qué Juanito presume de unos biceps creatinizados tras cinco inviernos de entrenamiento o por qué la gente oculta el 85% de la realidad, se inventa el 10%, y quizá diga el otro 5%.

Sin más que una querencia

Si eres para mí ruina y pasado
si todo me recuerda a un nombre
si la noche del alma fue tan pobre
si nunca fui por ti ni seré amado

Como arrancar una costra en puro pecho
como el alcohol de la sangre milenaria
como la mala razón, la estrafalaria
falacia del que todo ve derecho

Por qué tanta pobreza y tanto daño
por qué no más olvido y más distancia
por qué no dar la vuelta al desengaño

Mi mente se angosta y mi corazón se ensancha
mi miedo aterriza siempre al mismo lado
la querencia del toro es estar enamorado

En la tierra

Jugaban con sus ropas deshiladas y un balón roto, la lluvia empezaba a caer y las tierras estaban mojadas. La miseria era su trigo pero vivían y crecían, allí en ese pueblo jugaban a ser algo algún día, pero había algunos que no. Uno de esos otoños, una jornada no especialmente triste, un anciano, en el mismo lugar donde iban a jugar, estaba cavando la tierra, hizo un agujero de dos metros, se echó el cinturón al cuello y cayó redondo. Así se arreglaban las cosas en ese pueblo, una vez seremos niños y tendremos voluntad de vivir, y una vez creceremos y ya no nos servirá para nada.

Descanse en paz

Erotánasis.

A veces pienso que quieres, quieres matarme de amor, quieres que mi estómago caiga, en un placentero dolor. Que mis entrañas lleguen al paraíso de miedo y placer, que, sin previo aviso muera, ¡Qué habrá después! La muerte dulce del que se acerca y no puede más, encuéntrate con la razón, y a la derecha del Padre, tendrás lo que pedirás. Me quieres matar de amor.

El beso honesto

El beso que mira y que relaja
el beso que regala un parpadeo
el beso que tú ves y yo no veo
es el que hacia el sentimiento ataja

El beso honesto y el más puro
el beso maduro es el que quiero
y el más presto, el que no cobra
el que no paga y el seguro

Dame ese y dime cómo se consigue
habrás ganado un alma cariñosa
unas manos que siempre te abriguen
y alguien a quien mimar como a una rosa.